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Educación Cívica Radical

Si la Educación Cívica Radical buscara desmantelar el dominio, entonces necesita pasar de ser una materia de memorización a una disciplina de Análisis Crítico y Acción Tramsformadora.

Para lograrlo, los cambios curriculares deberían enfocarse en tres pilares fundamentales: la Deconstrucción, la Transparencia Práctica y la Habilidad para la Acción Colectiva.

1. Deconstrucción del Poder y la Historia

En lugar de enseñar solo fechas y nombres de héroes, este pilar se enfocaría en las estructuras que generan la desigualdad.

Currículo Cívico Tradicional	Currículo de Educación Cívica Radical
Historia Nacional: Se enfoca en los mitos fundacionales y la unidad.	Historia Crítica de la Desigualdad: Estudio de cómo se formaron las élites, las estructuras de colonización (interna y externa) y cómo se han perpetuado los sistemas de casta o clase a través de las leyes.
Gobierno: Se enfoca en las tres ramas del poder y sus funciones.	Análisis de la Influencia: Se estudia cómo operan los lobbies, los grupos de interés económico, las "puertas giratorias" entre el sector público y privado, y el papel de los medios de comunicación en la formación de la opinión pública.
Economía: Se enfoca en la teoría económica dominante.	Economía Política Cívica: Se enseña cómo leer y analizar el presupuesto nacional (dónde se gasta el dinero, a quién beneficia), el origen de la deuda pública y los efectos de las políticas fiscales en las distintas clases sociales.

2. Transparencia Práctica y Alfabetización Financiera

Esto une la educación cívica con tu concepto de Transparencia Patrimonial, enseñando a los ciudadanos a ser auditores activos.

Alfabetización de Datos Públicos: Enseñar a los estudiantes a navegar y extraer información de los portales de transparencia gubernamentales, plataformas de contratación pública y registros de propiedad. Que sepan dónde buscar la declaración patrimonial de un funcionario y cómo interpretarla.
Investigación de Conflictos de Interés: Ejercicios prácticos donde se analizan casos reales (sin señalar culpables, sino la estructura del problema) sobre cómo la riqueza personal de un legislador puede influir en su voto o en una ley.
Habilidades de Auditoría Ciudadana: Enseñar herramientas básicas de forensics financiero para rastrear la inversión pública en proyectos locales (escuelas, carreteras) y verificar si se completaron según lo presupuestado.

3. Habilidad para la Acción y la Organización Colectiva

El objetivo final de la Educación Radical no es solo el conocimiento, sino la capacidad de iniciar la erosión del sistema.

Derecho a la Protesta y la Desobediencia Civil actos que son propios de la democracia decadente: Estudiar los fundamentos legales y éticos de la acción no violenta. Analizar casos históricos exitosos de resistencia y cambio social (desde Gandhi hasta movimientos por los derechos civiles).
Mecanismos de Participación Auténtica: No solo aprender qué es un plebiscito, sino cómo se organiza una Iniciativa Popular de Ley o cómo se forma una asociación civil efectiva para exigir rendición de cuentas.
Mediación y Construcción de Consenso: Desarrollo de habilidades para dialogar con quienes tienen intereses opuestos y para construir plataformas unificadoras que puedan ser políticamente viables.

En esencia, la Educación Cívica Radical transformaría a los estudiantes de meros sujetos políticos a agentes de cambio político y auditores sociales empoderados.

Un video de cómo nos enseñan:

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